En la neurosis obsesiva, el deseo apunta a lo imposible en tanto siempre hay un Otro que se lo prohíbe o alguna excusa que no lo deja avanzar.
La posición del obsesivo es la de quedar fuera de juego, “el obsesivo es alguien que no está jamás verdaderamente allí en el lugar donde está en juego algo que podría ser calificado como su deseo. Allí donde arriesga el golpe, aparentemente, no es allí donde él está” explica Lacan en el seminario VI, comparando la posición obsesiva de la histérica. Y agrega que esta desaparición del sujeto en el punto del compromiso de su deseo es lo que hace su arma y su escondite.
Así continúa Lacan: “esto no es posible más que desplegándolo en el tiempo, temporalizando esta relación, volviendo a dejar siempre para mañana, su compromiso en esa verdadera relación del deseo. Es siempre para el día siguiente que el obsesivo reserva el compromiso con su verdadero deseo”.
El deseo en la neurosis obsesiva como deseo imposible
Roberto Mazzuca escribe que en la neurosis obsesiva “el deseo es imposible en tanto el obsesivo hace de la prohibición misma el objeto de su deseo, en la búsqueda de no enfrentarse al deseo del Otro”.
En el obsesivo suele haber un Otro que no le permite vivir como quiere, o un Otro al que tiene que pedir permiso para poder realizar ciertas cuestiones, y se mantiene en la eterna duda sobre que hacer.
Por último, Lacan describe el comportamiento del obsesivo así: “Él reúne su equipaje, se olvida de él o lo pone en la consigna, pero se trata siempre de equipaje para un viaje que no hace nunca».
FUENTE
-Lacan, Seminario VI.
-La cita de Roberto Mazzuca es del libro: “La neurosis obsesiva en la elaboración lacaniana”.
Matías Gonzalez.
Licenciado en Psicología en la Universidad de Buenos Aires (UBA).