El insulto produce alivio psíquico
Freud sabía que las ideas, las palabras y los sueños no ocurrían sin una intención. Decía Freud «dígame cualquier número, cualquier nombre y no es un hecho azaroso(…). No hay en lo psíquico nada que sea producto de un libre albedrío, que no obedezca a un determinismo». Así, el insulto no es algo arbitrario, sino que cumple una función, y es la de producir un alivio psíquico, facilitar las cosas cuando están difíciles de enfrentar.
Análisis de un caso de Fobia de Freud.
Freud realiza un análisis de un caso de fobia de un niño de 5 años (Hans) que tenía un gran interés en su “hace pipí”, como Hans lo llama.
En cierto momento de su historia, nace una hermanita que permite al niño descubrir que el otro sexo no tiene un “hace pipí”. Luego, en otro momento, la madre le advierte a Hans que si se sigue tocando su pene lo llevará al doctor para que se lo corte.
A partir de este miedo a ser castrado, Freud ubica el origen de la fobia a los caballos de Hans. Tras un pensamiento angustiante del niño con el caballo, Freud se pregunta: “¿qué significa que Hans al anochecer exteriorice el miedo de que el caballo entre en la pieza? Una tonta idea angustiada de un niño pequeño, se dirá. Pero la neurosis no dice nada tonto, como tampoco lo dice el sueño. Insultamos siempre que no comprendemos algo. Es un modo de facilitarse la tarea”.
Freud da a entender que ni los sueños ni las ideas neuróticas son algo tonto o infantil, sino que es algo que debe ser trabajado ya que implica una cierta verdad del sujeto que lo sueña o lo piensa.
Por último, el padre de Hans no mostraba un deseo hacia la madre que permita cortar la relación de goce entre hijo-madre, por lo que Hans debe realizar un intento de armar este corte, y lo intenta a través de ciertos dibujos, fantasías y fobias.
El caso Hans es complejo y extenso para resumir, y es más provechoso aún -para quien le interese- con la relectura que hace Lacan en el Seminario 5.
FUENTE:
-Freud analiza el caso de fobia «Hans» en el Tomo X de sus Obras Completas.
Matías Gonzalez.
Licenciado en Psicología en la Universidad de Buenos Aires (UBA).
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