Cada mente es un universo diferente

Luego de las imágenes que difundieron del Telescopio Espacial James Webb, surgieron diferentes investigaciones y teorías sobre la complejidad del universo y qué lugar ocupamos allí.
El investigador y antropólogo Martin Hadis comenta una reflexión muy interesante en Twitter donde señala la similitud existente entre el universo y la mente del ser humano.

Allí comienza señalando la forma en que, según él,  deberíamos ubicarnos en relación al cosmos: «Al evaluar nuestro significado en el universo, no podemos dejarnos encandilar por magnitudes lineales tales como la duración, el tamaño o distancia. Estas son (a mi juicio) medidas completamente inadecuadas para evaluar nuestra importancia en el cosmos».

Primera imagen infrarroja de alta calidad del telescopio espacial James Webb.

El investigador y antropólogo Martin Hadis propone diferentes características similares entre la mente y el universo:

-La complejidad de sus estructuras: «el cerebro humano es el objeto más complejo en el universo conocido». Con sus 100 billones (100.000.000.000.000 ) de interconexiones neuronales y sus 100 mil millones de neuronas, Hadis comenta que nuestro cerebro es por lejos muchísimo más complejo que cualquier otra estructura conocida en el cosmos.

-Estructuras similares: «La única estructura comparable al cerebro humano es la del universo entero». Así explica la similitud entre sus estructuras: «A grosso modo: así como las estrellas se aglutinan en galaxias, las galaxias conforman grupos y supercúmulos («superclusters»)» Nestra galaxia, la Vía Láctea es parte del llamado Grupo Local, y este del Supercúmulo Local lamado Laniakea (que significa «cielos inconmensurables» en idioma hawaiano) que alberga un total de 100.000 galaxias. Y así continúa: «Hace unos años dos científicos notaron que la estructura a gran escala del universo observable se parecía muchísimo a la estructura del cerebro humano. (A la izquierda, corte del tejido cerebral, a la derecha, simulación de supercúmulos de galaxias)».

Imagen

-Cantidad de filamentos conectados a cada nodo: «La red cósmica presentaba en promedio de 3.8- 4.1 conexiones por nodo. La corteza del cerebro humano, entre 4.6-54 conexiones por nodo» (Martin Hadis). Los investigadores Franco Vazza y Alberto Feletti que llevaron a cabo el trabajo que cita Martin Hadis proponen lo siguiente en relación a la conectividad de los filamentos: «Probablemente,la conectividad dentro de ambas redes evoluciona según principios físicos similares, a pesar de la llamativa y obvia diferencia entre las fuerzas físicas que los regulan».

-Almacenamiento de la memoria: «Un estudio reciente sugiere que la memoria del cerebro humano es de unos 2.5 petabytes. Otro estudio reciente, realizado por Vazza, sugiere que la memoria necesaria para almacenar la complejidad del Universo es de unos 4.3 petabytes. (1 Petabyte = 1024 Terabytes)» (Martin Hadis). Así lo dice el investigador Vazza: «Esta similitud implica que el volumen de información entero que se almacena en un cerebro humano (por ejemplo, toda la experiencia de vida de una persona) podría también codificarse en la distribución de galaxias de nuestro universo».

-Composición de los sistemas: «El el universo observable está conformado por una red cósmica de aprox. 100 mil millones de galaxias. El cerebro humano consiste en una red neuronal que consiste en una cantidad similar de neuronas. Dentro de ambos sistemas, solo el 30% de sus masas están compuestas por galaxias y neuronas. El 77% del cerebro es agua y el 72% del universo es energía oscura. Ambos componentes, según los autores, juegan un rol similar pasivo q permite reconfiguraciones en su sistema respectivo».

-Energía oscura y ombligo del sueño: Podemos proponer una similitud entre este energía oscura del universo y aquel ombligo del sueño que Freud caracterizó como aquella parte inconsciente a la que no se puede acceder. El ombligo del sueño es ese punto inaccesible de nuestra mente, eso que es inalcanzable, opaco y que siempre se escapa. Así lo explica Lacan:

“Hay en todo sueño, dice Freud, un punto absolutamente inasequible, que pertenece al dominio de lo desconocido: lo llama «ombligo del sueño». No hacemos hincapié en estas cosas de su texto probablemente porque creemos que son poesía. Pues no. Esto quiere decir que hay un punto que no es aprehensible en el fenómeno: el punto de surgimiento de la relación del sujeto con lo simbólico. Lo que denomino «ser» es esa última palabra, por cierto no accesible para nosotros en la posición científica, pero cuya dirección está indicada en los fenómenos de nuestra experiencia”.

Mientras que los sueños son la expresión desfigurada de representaciones inconscientes, el ombligo del sueño representa la dimensión de lo no-reconocido y de lo incognoscible. En este sentido, el ombligo del sueño representa un agujero negro del universo onírico.
Por último, una frase de Martin Hadis, en relación al comentario sobre lo insignificante que somos, que circula luego de ver las fotos de un fragmento muy diminuto del universo: «No somos, después de todo, tan irrelevantes. Cada uno de nosotros alberga dentro de sí una complejidad similar a la del universo entero».

Fuente:

https://twitter.com/martinhadis/status/1546941513585893377

-«Comparación cuantitativa entre la red neuronal y la red cósmica» (2020) escrito por Franco Vazza (astrofísico de la Universidad de Bolonia) y Alberto Feletti (neurocirujano de la Universidad de Verona). 2022. Disponible en: https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fphy.2020.525731/full

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