¿Cuál es tu propia parte en el desorden del que te quejas?

El caso Dora: la histeria según Freud.

Responsabilidad

Muchas veces, el poder tener una excusa para culpar a los demás puede servir como un mecanismo de defensa ante la angustia que podría causarle a un neurótico el sostener el deseo que lo habita, o también, para no responsabilizarse de una situación de la que se goza y que genera cierto displacer.

El caso Dora: la histeria según Freud.

Para dar un ejemplo concreto, tomamos un caso de Freud con su paciente histérica, Dora.

Como síntomas histéricos, se observan en Dora disnea, tos nerviosa, afonía, jaquecas, entre otros. Por un lado, la queja principal de Dora era que existía una relación amorosa entre la Sra. K. y su padre, pero al mismo tiempo sostenía que su padre era impotente, y no hacía nada por intervenir en esa relación que tanto le molesta. Por otro lado, la presencia de la queja de que no la quieren, no la ayudan, la ignoran, la perjudican, la dejan.

Dora luego de referirse a todas sus quejas con respecto al padre (y el Sr y la Sra K), quejándose también por la ayuda que podría brindarle Freud le reclama: “estos hechos están ahí, proceden de la realidad y no de mí misma. ¿Qué quiere usted cambiar en ellos?”. Y es aquí donde aparece la paráfrasis famosa que fue releída por Lacan sobre la intervención de Freud en el análisis con Dora: “¿cuál es tu propia parte en el desorden del que te quejas?».

Freud deja en evidencia frente a su paciente que ella misma es quien sostiene la situación que produce la queja sin implicarse en nada. Dora hace como si no tuviera responsabilidad, como si no hubiera forma de aparecer ante los otros poniendo en juego su propio deseo, prohibiendo el maltrato ajeno al que ella misma se estaba dejando exponer. 

Lacan comenta hacia donde apunta la intervención que realiza Freud: “mostrarle que está demasiado bien adaptada, puesto que concurre a su fabricación”, a la fabricación de los motivos por los cuales se queja.

En el gran desorden del mundo de su padre, respecto de cuyos perjuicios Dora ha hecho el objeto de su reclamo, “ella misma ha hecho más que participar en él, (…) se había convertido en su engranaje y (…) no hubiera podido proseguirse sin su complacencia” (Lacan – Escritos II).

Hacer un análisis es en primera instancia un conocimiento sobre sí mismo, lo que implica reconocerse en eso que nos sujeta. Es aceptar que tenemos responsabilidad propia en las elecciones que tomamos, y que por lo tanto, no elegir, no hacer nada cuando es posible hacerlo, es también elegir.

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