El deseo del ser humano

El deseo del ser humano es siempre insatisfecho, según el psicoanálisis. A partir de aquí ¿Qué sucede con el deseo en la época actual?.

Deseo humano

La problemática del deseo en el ser humano

Una de las problemáticas más abordadas del psicoanálisis es el deseo que habita en los seres hablantes, ya que es una función de vital importancia para el desarrollo en tanto es necesario cuando nacemos que allá un Otro que nos pueda alojar en su deseo.

Además, el deseo se presenta como un tormento para el ser humano, como algo problemático, «la vida es una serie interminable de anhelos» leí hace poco en algún lado.

«Si la relación del deseo con el objeto no fuera problemática no habría tema para tratar en el análisis. Los seres humanos como los animales, se dirigirían a su objeto y no le darían rodeos a este…es decir, el ser humano goza de desear, de ahí la necesidad de mantener el deseo insatisfecho», afirma Lacan en su seminario V.

El deseo, el mercado y la ciencia

El deseo es siempre insatisfecho y el problema radica en que el mercado, consciente de esto, nos dice cómo desear y cómo gozar para sobrellevar dicha insatisfacción.

El mercado sabe que el deseo nunca se satisface y de ahí nace la necesidad de estar renovando todo el tiempo nuevos objetos de consumo que prometen la felicidad, negando que la relación con el objeto es problemática. Hoy en día la depresión se hace cada vez más frecuente, y es que el discurso actual nos afirma que nada es imposible, que niega el sufrimiento, que para ser feliz es necesario comprar no sé qué cosa, y una vez que lo consigas, tendrás que esforzarte para tener que comprar otra nueva cosa, y así sucesivamente.

Y ¿qué sucede cuando un niño no se acomoda al discurso universal de la ciencia y el mercado?, ¿cuándo no quiere desear como se debe desear?, o ¿renunciar a lo que se debe renunciar?: entonces probablemente tenga Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad y sea necesario consumir alguna de esas medicinas que apagan el deseo y el pensamiento para que sea un niño tranquilo y obediente, que respete las reglas universales de deseo y goce que hoy se requieren.

Lo paradójico es que mientras se critica al psicoanálisis por atender el caso por caso, por apuntar a lo singular de cada sujeto, se establece como creencia religiosa, indiscutible, una una ciencia psicológica que intenta atender a lo universal del ser humano, el todos iguales.
Con solo leer el nuevo manual diagnóstico de psiquiatría (DSM) se entenderá que cada vez son más los trastornos que se suman a las nuevas enfermedades, nuevos desvíos de «lo común».

Si no somos como todos, entonces estamos enfermos.

Artículos relacionados

Del amor infantil al amor en la adultez

Del amor infantil al amor en la adultez El amor infantil como ilusión de completud En la más temprana infancia, “el amor infantil es desmedido, pide exclusividad, no se contenta con parcialidades”, donde uno es todo para el otro y cree que el otro es todo para uno, en una especie de fusión madre-hijo. El […]

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *