Mucho nos han pedido un post hablando sobre la definición del inconsciente, y hoy traemos algunas respuestas de las manos de Jacques Lacan.
El inconsciente funciona sin que el sujeto lo sepa
Lacan consideraba que el psicoanálisis tiene las mismas características subversivas que el descubrimiento de Copérnico de que nuestro planeta no es el centro del universo, sino que era uno más entre otros: “¡Pues bien! El psicoanálisis le anuncia que usted ha dejado de ser el centro de usted mismo, ya que había en usted otro sujeto, el inconsciente. Es una noticia que, en primer término como la de Copérnico, no fue bien aceptada. Freud (…) ha mostrado en acción una razón razonante como tal, quiero decir, razonando y funcionando como lógica, sin que el sujeto lo sepa, y esto en el campo mismo clásicamente reservado a lo irracional, a la sinrazón, digamos el campo de la pasión”.
Las pulsiones sexuales, la energía sexual interior, pujan por satisfacerse y no podemos huir, no podemos liberarnos de(l) ello. Continúa Lacan: “Desde Freud, el centro del hombre no está ya allí dónde se lo creía, sino en Otro escenario, y hay que construir de nuevo a partir de allí”. Es lo que Freud consideró la tercera herida narcisista, en tanto la vida psíquica no está regida sólo por la consciencia sino que hay un saber no sabido, el inconsciente, que actúa sobre esta y abarca la mayoría de los procesos anímicos.
La represión de la verdad
Lacan explica que en los sujetos del inconsciente se produce una represión de la verdad, “allí donde ello ha sido reprimido, eso habla”. Según Lacan, cuando el sujeto «reprime», no reprime un instinto sexual ni tampoco reprime una manifestación homosexual.
Lo dice así: “No, el sujeto no reprime su homosexualidad, reprime la palabra donde esta homosexualidad juega un papel significante. (…) Lo que está reprimido, no es una especie de necesidad, de tendencia, que tendría que ser articulada (y que no se articularía porque está reprimida) es un discurso ya articulado, ya formulado en un lenguaje. Todo está ahí”
Esta represión de la verdad es inseparable de un fenómeno llamado el «retorno de lo reprimido», que son formaciones del inconsciente que tienen como objetivo poder expresarse, como pueden ser los sueños, actos fallidos, chistes, síntomas, olvidos, entre otros: “¿Qué sucede cuando se quiere reprimir una verdad? Toda la historia de la tiranía está ahí para darle a usted la respuesta: se expresa en otra parte, en otro registro, en lenguaje cifrado, clandestino. ¡Pues bien!, es exactamente lo que se produce con la consciencia: la verdad, reprimida, va a persistir pero transpuesta a otro lenguaje, el lenguaje neurótico. A excepción de esto, que uno ya no es capaz de decir en ese momento cuál es el sujeto que habla, sino que «eso» habla, que «eso» continúa hablando; y lo que pasa es completamente descifrable, de la manera en que es descifrable, es decir, no sin dificultad, una escritura perdida. La verdad “está ahí, se ofrece, presente, pero convertida en «inconsciente”.
Matías Gonzalez.
Licenciado en Psicología en la Universidad de Buenos Aires (UBA).