Ser creativos siempre fue una opción.

La infancia y la creatividad

Desde niños tenemos que aprender a ser creativos para desarrollarnos y relacionarnos con los otros. Y, de hecho, es en la infancia cuando la creatividad se encuentra más libre a comparación del adulto que ya carga con el peso de la represión, de los ideales, de los discursos de los otros, etcétera.

En nuestra infancia, aprendemos a ser creativos para volver a jugar con los juguetes que ya jugamos miles de veces, para volver a inventar algún juego con el nuevo amiguito que hicimos en la escuela o en alguna actividad. Incluso, aprender a hablar es desde ya un acto creativo, un acto que envuelve el aprendizaje del hecho de que una palabra puede significar un montón de cosas diferentes, en conexión con otras palabras.

Aprendemos a usar la imaginación, a fantasear, a imaginar escenas con el otro, y sin el otro, aprendemos a sentir angustia y a ser creativos para armar una fantasía que la encubra.
No sólo somos creativos, sino que además le exigimos creatividad al otro, más bien al Otro, a esa persona de autoridad y de amor, en el mejor de los casos, que son quienes nos enseñan a caminar durante los primeros anos de vida, haciéndole preguntas repetitivas como el por qué insistente de los niños pequeños que ponen en un enredo a los adultos con preguntas muchas veces difíciles de responder y que sería imposible hacerlo de forma completa.

El psicoanálisis de niños demuestra que al jugar los niños expresan sus sentimientos y su modo de posicionarse frente a los Otros, así como también transforman eso que sienten y muestran sus progresos, todo esto de un modo creativo, incluyendo elementos del mundo exterior y combinándolo con lo que pulsa en sí mismo.

La adultez y la creatividad

De adultos renunciamos a este jugar, pero como dice Freud, el ser humano no puede renunciar a un placer que alguna vez conoció y por eso, sólo lo sustituye por otra cosa: en vez de jugar, fantasea, construye escenas imaginarias, en su cabeza, como un juego que ahora limita su expresión a lo psíquico.
Sin embargo, es posible ser adultos creativos, recuperar ese jugar que permite elaborar lo que nos pasa y transformarnos a nosotros mismos. Es lo que hace el poeta, es un adulto creativo que no ha renunciado a jugar, que sigue haciendo con los materiales que encuentra en el mundo -palabras, papel y lapicera-, transformando aquello que estaba reprimido en algo creativo que indaga su propio ser.

Para Freud todo ser humano es un poeta en potencia, es un ser creativo que busca su expresión pero que a veces encuentra barreras y bloqueos que se oponen violentamente y que no deja fluir eso que no fue elaborado, que fue reprimido, y que insiste por integrarse en la historia de la persona.

En una época en la que el aburrimiento se percibe negativamente, y donde la tristeza y la angustia deben ser solucionadas de inmediato, es fácil caer en la trampa de “soltar» constantemente, consumir sin cesar, anestesiarse y continuar trabajando mecánicamente.

Por eso surge como propuesta nuestro curso online “Del malestar a la creatividad”, que invita a contemplar el malestar, sumergirse en él y descubrir las posibilidades de creatividad y transformación que pueden surgir. Se trata de darle dignidad a la falta y recuperar el juego como una forma de hacer creativo con aquello que nos falta y nos afecta en la vida (CLICK AQUÍ PARA MÁS INFORMACIÓN).

Winnicott y la creatividad

Como decía Donald Winnicott “Es en el juego y sólo en el juego que la niña o el niño o el adulto como individuos son capaces de ser creativos y de usar el total de su personalidad, y sólo al ser creativo el individuo se descubre a sí mismo”.

Todo ser humano puede ser creativo con la ayuda de un ambiente que le facilite la creatividad para adaptarse al mundo, para enfrentar sus “necesidades” internas y construir un yo a medida que se va desarrollando. Esta es la idea de Winnicott, quien señala que en esa primera etapa de la vida se requiere de un alto grado de adaptación del bebe y, por parte del ambiente, un estado denominado como “Preocupación Materna Primária”, donde la madre o su cuidador, creará las condiciones para que el bebe venga al mundo con el sentimiento de haber creado el mundo. Se puede escuchar en los niños decir que han tenido la fantasía de que eran ellos quienes creaban el mundo y lo que pasaba a su alrededor.

Un ambiente facilitador de la creatividad podría ser comunicado al bebe de la siguiente manera a través de las acciones y las palabras:Encará al mundo de una forma creativa, creá el mundo; sólo lo que creás tendrá significado para vos.” (1968).

Es así como se le permite al niño ser creativo con la realidad, teniendo la sensación de que es parte de la creación de la realidad presentada y a su vez, con ello, creando el sentimiento de que la vida, el mundo y la realidad son valiosos espacios en los cuales podemos experimentar y crear.

 

-La cita de Winniccot es de su libro «Los bebes y sus madres»

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